Ecuador se convirtió en el primer exportador de cacao en grano en América y ocupa el cuarto puesto en el mundo entre todos los tipos de ese producto, lo que representa un aumento del 168% en los últimos 10 años.
Este incremento se dio gracias al Proyecto de Reactivación de Café y Cacao Nacional Fino de Aroma, que ejecuta el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (MAGAP).
El proyecto tiene como objetivo mejorar la economía de los productores de estos cultivos, mediante el impulso a las plantaciones existentes y el establecimiento de nuevas plantaciones.
Se ejecuta en todo el país desde 2012, con el objetivo de rehabilitar y renovar 354.000 hectáreas de estos cultivos mediante las podas, entrega de plantas, insumos para manejo de los cultivos y asesoría técnica especializada para los productores.
En la provincia del Azuay el programa se ejecuta desde 2014, con resultados positivos que han permitido al país alcanzar un nivel récord de producción a escala mundial, indicó Emma Mora Andrade, directora Provincial Agropecuaria, en Azuay.
Mediante el proyecto se estableció 354 hectáreas nuevas de cacao en la Zona 6, que comprende las provincias de Azuay, Cañar y Morona Santiago y se han entregado un total de 270.238 plantas de cacao nacional fino de aroma en estas provincias.
Mora indicó que con el proyecto, en Azuay, se han implementado nuevas hectáreas de cacao y rehabilitado 590 hectáreas de plantaciones existentes, que representan 235.728 plantas, mediante podas realizadas a través del consorcio Minga del Cacao. Con las podas se mejoró la producción de las plantas de 4 a 8 quintales por hectárea.
A través del proyecto también se entregaron 1.700 kits de emergencia para manejo fitosanitario contra enfermedades y plagas que atacan a este cultivo, especialmente la monilla.
El MAGAP, además, ha puesto a disposición de los productores de cacao, el Programa AgroSeguro, un seguro agrícola subsidiado por el Gobierno Nacional en un 60%, para proteger la inversión realizada en las plantaciones de cacao, que cubre montos de inversión en caso de pérdidas por condiciones climáticas adversas.
